Hay cantidad de problemas a los que hoy en día hacemos frente y que se podrían solucionar mucho más fácil de lo que pensamos. El recurso que significa la propia tierra que hay a nuestros pies, supone soluciones medioambientales, de forma económica y para toda la sociedad.
La creación de compost es una fuente de alimento, un probiótico y una alfombra para que el suelo que hay debajo se extienda fértil y productivo. Si nunca te has interesado por el compostaje, déjanos decirte que es muy sencillo y realmente estás echando una mano al planeta, así que ¡anímate!
El compost permite un entorno perfecto en el que se pueden desarrollar microbios muy beneficiosos. Paradójicamente, el proceso de descomposición puede significar algo muy vital para el propio suelo. Por desgracia, no es extraño que la gente lo confunda con basura y se desperdicie en vertederos.
La magia de los elementos biodegradables está en todas partes. Si pensamos en nuestro desayuno, ya sea fruta o unos huevos fritos, más adelante volverán a la Tierra. Esto es la teoría pura de la sostenibilidad, coger del planeta y devolver al planeta.
La mezcla visible del compost, es como tierra hecha a partir de materia orgánica que está atravesando el proceso de la descomposición. En su interior hay un conjunto de microbios que son los que están descomponiendo esta materia.
Normalmente, el compost está compuesto de hojas, hierbas y restos de la poda, además de restos de comida orgánica y algunos productos hechos de papel. Con este elemento tan sencillo, se puede establecer una gran diferencia de cara a los problemas medioambientales, así como también de cara a problemas económicos y sociales.
Crea compost en tu hogar
En la actualidad existen muchas formas de realizar compostaje. Si no quieres salir de casa, hay muchos recipientes que te pueden permitir hacer compost en pijama. Si además posees un patio trasero, existen algunas técnicas como el vermicompostaje o la de los tres contenedores. Por otro lado, si no dispones de demasiado espacio, existe el compostaje Bokashi, entre otros muchos que se adaptarán a tu estilo de vida.
Recomendamos que te sumerjas entre las diferentes técnicas y elijas la que más te guste. Una vez te hayas decidido, simplemente tendrás que mantener tu entorno de forma adecuada para que esos productivos microbios se desarrollen a su antojo.
Lo más normal es que únicamente tengas que estar al tanto de que haya una proporción apropiada de elementos marrones (materiales secos que poseen carbono) y verdes (fuentes de nitrógeno como los restos). También es probable que tengas que dar vueltas a la mezcla para que se reparta el aire y el agua de forma regular.
Hacer esto en casa puede ayudarte a calcular los residuos de comida generados, los costes económicos y comprobar los beneficios que produce al propio suelo. Si hay niños en casa, puede suponer una forma de implicarles en temas serios de una forma práctica y divertida.
Es cierto que hacer esta práctica en el hogar puede ocasionar cierta suciedad y desorden, por lo que mucha gente prefiere trasladar esta aportación al medio ambiente a otras zonas. Hay iniciativas en diferentes comunidades en las que se llenan espacios vacíos y algunas empresas privadas también se han sumado a esta moda tan sostenible.
El compostaje en tu comunidad
Si no sabes muy bien cómo investigar o encontrar este tipo de sitios, suelen ser granjas ecológicas o jardines comunitarios. Allí podrás además donar materiales aptos para el compostaje que hayas reunido. Por otro lado, puedes acudir a agricultores y jardineros que con toda seguridad aceptarán estos materiales y se mostrarán agradecidos.
Existen diferentes formas de hacer compostaje, pero elijas la que elijas, estarás contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la erosión y además protegerás y mejorarás los sistemas de alimentación locales. Esta práctica ayuda a proteger el futuro de las amenazas que el ser humano ha creado a lo largo de la historia.
Por su propia naturaleza, la Tierra genera ecosistemas que se reciclan de forma natural. A veces nos obcecamos en encontrar procesos artificiales de reutilización o generación de energías renovables sin contar con los recursos que ofrece la naturaleza. Evidentemente, todo esfuerzo es bueno, pero de forma natural, la muerte se descompone para generar crecimiento de nuevo y vida. Si quieres echar una mano a estos procesos, no dudes en comenzar a crear compostaje en tu hogar o en alguna comunidad de tu ciudad.
Este hábito puede ser implementado en tu día a día con normalidad y que genera un cambio brutal con respecto a las emisiones de efecto invernadero, para regenerar el suelo o revitalizar las fuentes de agua.
La mayoría de microbios que se encuentran en esta mezcla ayudan a airear y ofrecen fertilidad al suelo. Por otro lado, el compost retiene una cantidad de agua muy superior a su peso, por lo que la circulación y penetración de agua que genera es muy beneficiosa para plantas, manantiales y lagos. Después, el agua termina en los océanos de forma filtrada, por lo que también quedan más limpios y disminuye los productos químicos que de otra forma acaban llegando al mar.
